Héctor Juan Pérez Martínez nace en Ponce el 30 de septiembre en el año 1946 más conocido como Héctor Lavoe, nació en el seno de una familia humilde en Ponce (Puerto Rico). Era hijo de Francisca Martínez le decían Panchita y su padre Luis Pérez conocido como (Lucho). A sus 3 años de edad su Madre falleció donde seria unos de los cuantos golpes que le tendría la vida para este gran cantante de salsa. Su padre era músico de profesión le enseño todo lo que sabía a su hijo y lo matricula en una escuela de música llamada Juan Morel Campos, su padre tenía el sueño en que Héctor se convirtiera en un gran saxofonista. Aunque aprendió los acordes musicales, después de un tiempo se dio cuento que lo suyo era cantar.
A la edad de 14 años, era el cantante en una banda en Puerto
Rico. Le pagaban dieciocho dólares por noche, lo que en 1960 era un buen sueldo
para un joven.
Héctor soñaba con cantar en Nueva York y
hacer fama y fortuna. Su padre estaba totalmente en contra de la idea, porque
el hermano mayor de Héctor había emigrado hacia allá y murió en un accidente.
Héctor pasó gran parte de su tiempo escuchando música jíbara y popular. Sus
cantantes favoritos eran Chulito El de Bayamón, Oilio González, Roberto
Faz y Daniel Santos, cuyas voces y estilos imitó.
Contra los deseos de su padre, Héctor llegó a Nueva York el 3 de mayo de 1963 a
la edad de 16 años. Se mudó con su hermana mayor Priscilla. Su primera
impresión de la ciudad, la cual consideraba como un lugar espléndido en la
Tierra, fue decepcionante, al ver en la parte latina los edificios descuidados
y las calles llenas de basura.
Sus primeros trabajos después de su llegada fueron como
pintor, maletero, mensajero y conserje. Su amigo de la infancia, Roberto
García, que vivía en Nueva York, lo invitó a asistir a un ensayo de un sexteto
que se estaba formando. El vocalista cantaba “Tus ojos” y no estaba haciendo un
buen trabajo, así que Héctor le sugirió que lo intentara de otra manera. Héctor
cantó la melodía para que el cantante pudiera hacer los ajustes necesarios y la
banda lo asimiló inmediatamente como su cantante principal.
Más tarde se conectó con Russell Cohen, director de la New
Yorker Band con la cual en 1965 grabó su primer sencillo de 45 rpm: “Está
de bala”. Comenzó a tocar con bandas como la de Francisco Bastar Kako y sus All
Stars, a través del cual conoció a su padrino artístico Johnny Pacheco, que
inmediatamente reconoció su talento artístico y, poco después se lo recomienda
a Willie Colón para la grabación de su primer disco El malo (1967).Entre
1967 y 1973, Lavoe se convirtió en el cantante de la Orquesta de Willie Colón,
con quien grabó un total de nueve discos donde se puede decir que se dio a
conocer de una manera magistral en este estilo de música.
Willie Colón era un músico joven que estaba tocando jazz
latino y boogaloo. En 1967 tenía listo su primer álbum para Fania
Records y a Johnny Pacheco no le gustó el cantante de
esa orquesta y propuso a Héctor Lavoe para que lo sustituyera. Para aquel
entonces Colón era considerado un joven músico de propuestas interesantes pero
con mal sonido. Pacheco ya estaba al tanto de la voz de Héctor, su enunciación
impecable y sus habilidades estilísticas.
En un principio Lavoe no estaba interesado en grabar con
Colón, ya que consideraba que esa agrupación tenía muchas fallas y alimentaba
la esperanza de ser llamado por alguna de las orquestas más importantes del
momento. Considerando que su pasantía por esa orquesta sería corta, se negó a
participar en las portadas de los dos primeros álbumes.
Durante 1968 Lavoe inició una relación sentimental con Carmen
Castro. Castro quedó embarazada, pero se negó a casarse con él porque lo consideraba
un mujeriego. El primer hijo de Lavoe, José Alberto Pérez nació el 30 de
octubre de 1968. Cuando José fue bautizado, Héctor recibió una llamada
informándole de que Nilda Puchi Román (con quien también tuvo una
relación) estaba embarazada. El segundo hijo de Héctor, Héctor Jr. nació el 25
de septiembre de 1969. Después de esto, la pareja se casó, y tras una petición
de su esposa, Lavoe hubo de mantenerse alejado de su primer hijo y la madre de
este.
Willie Colón y Héctor Lavoe se consolidó a fines de 1969 con
el lanzamiento de Cosa Nuestra cuyo título hace referencia a la
expresión italiana “Cosa nostra” y sus implicaciones en el mundo de la mafia.
La pareja consolida con la portada del disco y las letras de
las canciones su imagen de “Chicos malos”, a pesar de que nunca incitaron a la
juventud a cometer delitos; simplemente realizaban pequeñas crónicas de la vida
en los barrios y comunidades latinas de Nueva York. Los temas más destacados
fueron: (Che Che Colé), (Te conozco), (Tú no puedes conmigo), (Sangrigorda) y
(Ausencia) que fue uno de los boleros más radiados de la época. El éxito de
este disco se afincó en un repertorio de carácter urbano y popular y en las
vocalizaciones afinadas, sabrosas y sentimentales de Héctor Lavoe.
Héctor Lavoe buscaba darle a sus canciones el toque propio de
su país natal, Puerto Rico, y lograr que se identificara con esta nueva música
que estaba tocando, que ya era salsa, pero todavía no había sido bautizada como
tal.
El éxito de estos álbumes transformó significativamente las
vidas tanto de Colón y de Lavoe. La banda de Colón ofreció un crudo y agresivo
sonido de trombones que fue bien recibido por los fanáticos de la salsa y Lavoe
complementa el estilo con su voz articulada, talento para la improvisación y
sentido del humor. Héctor recibió un reconocimiento inmediato, trabajo estable,
y el dinero suficiente para proporcionarse un cómodo estilo de vida. De acuerdo
a Lavoe, todo pasó tan rápido que no sabía cómo lidiar con el éxito repentino.
Lo mato (1973) fue el trabajo culminante de la
trayectoria artística de la pareja cuando ambos se encontraban en el auge de
sus carreras como cantantes de salsa. Willie Colón compone algunas de las
mejores canciones de su carrera. Temas como (El día de suerte), (Todo tiene su
final) y (Calle luna calle sol), son referencia obligada en el repertorio del
cancionero musical salsero, engalanadas por la voz de Héctor llena de alma y
poesía, demostrando su impecable fraseo y contagioso sentido del humor. Este
álbum cuenta la historia de dos jóvenes artistas que estaban más que preparados
para conquistar el mundo musical pero como solistas.
Este último trabajo marcó la separación de la pareja que se
materializa en 1974. En un principio Lavoe se sintió traicionado y no
comprendió las razones, en una época en que estaban en el auge de sus carreras.
Lavoe dependía mucho de Colón y la retirada de su amigo le causó inseguridades
y una sensación de abandono. Sin embargo años más tarde, se dio cuenta que
separar sus carreras había resultado un acierto y el sello Fania se benefició
de los resultados posteriores ya que sus futuras producciones resultaron muy
exitosas. A pesar de esta separación, Lavoe siguió contando con la colaboración
de Willie Colón en la producción de varios de sus álbumes como solista.
Desde ese momento Lavoe comienza su carrera ya como solista a
mediados de los años 70 el sello de la Fania decidió otorgarles a cada uno una
orquesta personal para que pudieran llevar más alto sus nombres como artista y
que le dieran el reconocimiento a la orquesta Fania All Stars. Con
esta agrupación Lavoe inició su carrera como solista, donde lanzando el álbum
titulado La Voz (1975), en cuya portada aparece una foto del cantante
que es clásica.
Este disco fue un éxito total y sus ventas alcanzaron disco
de oro en poco tiempo. Las canciones destacadas fueron: (Rompe, Saragüey), un
clásico de los años cincuenta totalmente modernizado, donde Dimond ejecuta un
elegante e ingenioso solo de piano de dos minutos y medio; (El todopoderoso),
escrita por el venezolano Pedro María Perucho Torcat, y el himno escrito
por Johnny Pacheco (Mi gente), que fue un tema insignia en las presentaciones
en vivo que Lavoe realizaba con la Fania All Stars.
Al año siguiente Lavoe lanzó su segundo álbum como solista
llamado De ti depende (1976), producido por Willie Colón y arreglos
de Luis Perico Ortiz, Louie Ramírez y José Febles. En este álbum Lavoe
vuelve a apostar por los boleros como parte importante del repertorio, al punto
que el álbum toma el nombre de uno de ellos y además Lavoe interpreta el tema
(Consejo de oro), un viejo tango modernizado, y (Tanto como ayer). Mención
especial para el tema de Tite Curet Alonso, (Periódico de ayer), un clásico que
se convirtió en un éxito radial en Latinoamérica y la cuenca del Caribe.
Este fue su tercer trilogía como solista donde Willie
Colón contactó con Rubén Blades quien se encontraba trabajando en una
composición para él, sin embargo aceptó cederla a Héctor y, (El cantante) se
convirtió en el tema que marcó pauta en el tercer disco de Lavoe titulado: Comedia (1978).
En la canción de El cantante se combinan unos
arreglos de cuerdas, arpa y piano que colorean decorativamente el lamento de
Lavoe semejando al artista que debe aparentar alegría en tanto lo embarga un
gran dolor. Lavoe representa en forma excepcional ese personaje que
describe la vida entre dulce, esta ilustrada en la caratula del disco
donde viste un traje muy agradable para la época.
En esta época, las presentaciones en vivo de Lavoe no
obtuvieron los resultados esperados no solo por sus problemas de drogas que le
impedían cumplir con responsabilidad las fechas y horas previstas, sino porque
los números bailables que por lo general eran canciones que sobrepasaban los
seis minutos, tenían un carácter extenuante. Todo esto causó cierto desgaste y
la sobreexposición del artista. Lavoe cayó en un cuadro de profunda depresión y
desapareció de sus actuaciones en vivo por un período prolongado, siendo
sometido a periodos de rehabilitación.
A fines de los años ochenta los problemas de Héctor Lavoe
comenzaron a agravarse cuando en 1987, en su apartamento
en Queens, se incendió por una colilla encendida por lo cual tuvo que
saltar por la ventana de su cuarto. Esta caída le causó múltiples fracturas y a
su vez serios problemas de salud. Luego de esto, le llegó la terrible noticia
del asesinato de su suegra. Esto hizo que no volviera a cantar la canción
(Soñando despierto), en donde Lavoe se burlaba sanamente de ella. Meses
después, aun estando enyesado, se presentó en Bayamón en Puerto Rico,
para el Día Nacional de la Salsa, donde gestionaron todo lo necesario para que
su padre lo viera, ya que nunca había tenido la oportunidad de ver a su hijo en
un concierto. Fue una presentación muy emotiva por dicho aspecto, pero
lamentablemente el padre de Héctor murió una semana después del concierto.
Todos estos sucesos estaban generando un estado depresivo en el diario vivir de
Lavoe, pero la tragedia que le terminaría de arruinar la existencia sería para
el día 7 de mayo de 1987 al enterarse que su hijo menor Tito
había muerto a causa de un disparo que le dio un amigo accidentalmente mientras
limpiaba su revólver. Todo esto causó que Lavoe volviera a recaer fuertemente
en el uso excesivo de las drogas, frustrando aquel intento de dejarlas para
siempre.
Pero aún le faltaba por experimentar una tragedia más en su
vida al enterarse a comienzos del año de 1988 que padecía
de Sida.
Los conciertos del llamado Cantante de los Cantantes siempre
rebosaron de gente y fanáticos. Sin embargo, en junio de 1988, en el concierto que
significaría un nuevo impulso a su carrera (la cual estaba deteriorándose por
las tragedias) tuvo problemas con el pago a los organizadores del evento;
puesto que coincidía con otras festividades las cuales ofrecían presentaciones
de manera gratuita, lo cual causó que muy poca gente asistiera a la
presentación de Héctor. Sin embargo, Lavoe se ofreció a cantarle a aquella
escasa cantidad de gente gratuitamente, pero hubo conflictos entre los
representantes, lo que derivó en la suspensión de las luces y el sonido y por
ende la cancelación del concierto.
Esto empeoró el ánimo de Lavoe, quien al regresar al Hotel
Regency y tras una discusión con su esposa, hizo un intento de suicidio
lanzándose desde el noveno piso. Sufrió muchos daños en todo el cuerpo: la
fractura de ambas piernas (la izquierda sufrió más daños), la fractura del
brazo derecho y de algunas costillas, lo que obligó a quienes lo intervinieron
a implantarle platinas de titanio en ambas piernas, en el brazo derecho y en
las costillas; más sin embargo el sonero ponceño parecía ser indestructible
ante tantas tragedias, ya que al año siguiente (1989) logró hacer una serie de
conciertos que estaban supuestos a ser unas simbólicas presentaciones que lo
regresarían al mundo del espectáculo, pero del mismo modo era necesario que el
cantante resguardara mucho reposo, ya que aún no estaba del todo recuperado de
sus graves lesiones, pero lo cierto fue que el cantante en aquel periodo de
tiempo volvió a ser víctima de una despiadada explotación que lo obligaba a
cantar más de lo que su cuerpo podía resistir, sumado al mal pago monetario que
se le entregaba y al constante suministro de drogas para lograr dominarle y
evitar que este pusiera resistencia a las exageradas exigencias de los oscuros
personajes que perpetraron esta última desgracia de la vida del sonero, los
cuales fueron primeramente David Lugo, quien era conguero de la misma orquesta
del cantante, quien logró dominarlo mediante el suministro de estupefacientes,
y en compañía de los inhumanos contratos de Rafi Mercado, lograron quitarle a
Lavoe la escasa vitalidad que estaba tratando de recuperar lentamente para
continuar con su carrera, hasta que su enfermedad se lo permitiera pero todo el
abuso al que estaba siendo sometido provocó el aceleramiento del deterioro a
causa del SIDA en su cuerpo, ya que se presume que Héctor para esa época no
solo padecía SIDA, sino también tenía diabetes, lo cual le impedía que la
herida de su pierna izquierda (que fue la más dañada) sanara con prontitud, lo
cual era una bomba de tiempo que en 1991 devino en un derrame cerebral que le
quitó la movilidad de medio rostro y quitándole definitivamente la capacidad de
cantar y incluso de hablar de manera clara, esto hizo que simplemente no
pudiera hacer más presentaciones, es entonces cuando es abandonado en una
profunda pobreza y soledad, ya que el mismo David Lugo logró que el mismo
Héctor le firmara un poder que le confería las ganancias de sus regalías
discográficas aprovechándose de su debilidad mental a causa de el constante
estado en que lo mantenía gracias a las drogas que le facilitaba (por fortuna de
la familia de Héctor Lavoe, este pleito judicial se logró ganar a favor de
ellos, ya que por suerte la firma que Lavoe le dió a Lugo estaba mal hecha, por
tanto tomada como fraude).
Pasó sus últimos años en New York presentándose frente a la
gente que tristemente lo veían deteriorarse en la tarima, hasta que falleció a
causa de un paro al corazón, el 29 de junio de 1993, en el
Memorial Hospital de Queens. Fue enterrado en el cementerio Saint Raymond
del Bronx (Nueva
York); y nueve años después sus restos fueron llevados a su ciudad natal, Ponce (Puerto Rico), tal como él mismo
pidió. La gestión fue realizada por otro famoso cantante de salsa, Ismael
Miranda.
Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9ctor_Lavoe
youtube:https://www.youtube.com/watch?v=D9tDt_-ydhk
Estudiante de communicacion social
Juan Sebastian Trujillo Gome
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